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Corrida de Toros de La Maestranza

Cartel.- Alfonso Oliva Soto (Camas)  Antonio Nazaré (Dos Hermanas) Diego Silveti (Mexico)

El fuerte viento ha sido el protagonista de la tarde donde nuestro paisano Alfonso Oliva Soto compartió cartel con Antonio Nazaré  y el Mexicano Diego Silveti, con  toros de la ganadería de la ganadería de Montealto, que debutaba en la maestranza y en el que solo destacaron dos toros.

Mal día para los toreros que tuvieron que hacer malavares para manejar tanto los capotes como las muletas, solo nuestro paisano en el primero de la tarde que tuvo una buena lidia con el pitón derecho, pudo conseguir dar la vuelta al ruedo y al que pudo sacarle mas partido y «jechuras»  por ese pitón, pero que no pudo sacar ningún trofeo tras una estocada atravesada y que quizás si no hubieran fallado en la puntilla tras varios intentos del matarife,  hubiera conseguido algún trofeo. No obstante en este toro consiguió la única vuelta al ruedo en una tarde poco apetecible tanto paro los maestros, como para el publico asistente.

El cuarto, el segundo de su lote aunque empezó con bravura se fue rajando, siendole imposible a Alfonso Oliva sacar algo destacable del toro.

En cuanto a los dos espadas que compartieron cartel con el torero de Camas, estos fueron sus resúmenes:

Antonio Nazaré.- Dos pinchazos y estocada desprendida ,silencio tras aviso en el primero de su lote. Pinchazo y estocada y silencio en el segundo.

Diego Silveti.- Pinchazo, estocada tendida y tres descabellos recibió un aviso pero fue ovacionado por el público en su primero. Estocada desprendida y tendida en el sesto de la tarde y silencio del respetable.

En resumen una tarde desapacible, con un viento insoportable para ejercer el toreo y unos toros, que a excepción de dos de ellos primero y tercero y que fueron aplaudidos, los demas  mansearon.

VIDEO DEL PRIMER TORO DE LA TARDE DE ALFONSO OLIVA SOTO

ENLACE RELACIONADO.-

CORRIDA EN LA MAESTRANZA.- LOS PREÁMBULOS, EL PATIO DE CABALLOS.

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Entrar por esa puerta que dá a los bastidores de la Maestranza de Sevilla, como si de un teatro se tratara, es para aquel que nunca lo ha atravesado experimentar un cúmulo de sensaciones inexpicables. Sólo el rugir de las puertas de acceso para acceder al coso rompe ese murmullo de carniceros, monosabios, cuadrillas, murmullos y flaxes de cámaras que desean como pueden captar esa imágen que quiera decirlo todo.