Camas, 23 noviembre 2012
Crónica de Miguel Fernández Villegas
Fotos Paco Carrascal

El asunto había despertado gran interés a juzgar por la numerosa asistencia, superior a 50 personas. Antonio Durán, presidente de FOCODE, presentó al conferenciante, Carlos M. Gómez, catedrático de Psicobiología de la Universidad de Sevilla, quien encendió el proyector y con reveladoras imágenes fue explicando la compleja estructura del cerebro humano y sus incontables conexiones nerviosas, con más de cien mil millones de neuronas.

Fue señalando en qué áreas se asentaban el sentido de la vista, el reconocimiento de las palabras para leer, la facultad de hablar, los impulsos, los sentimientos… Todos los niveles del cerebro son necesarios para la actividad humana —insistía— y como si fuera una muñeca rusa o las capas de una cebolla, todos están coordinados de forma admirable mediante impulsos eléctricos, relacionándose entre sí las distintas funciones. En el cerebro se reflejan las consecuencias de las acciones exógenas o ambientales, como la inestabilidad emocional, la educación, la malnutrición, etc. junto con las influencias genéticas. Ante los problemas cerebrales, la educación, la psiquiatría, la medicina, pueden contribuir a restablecer el equilibrio perdido. El cerebro se deja influir y se adapta aunque lentamente. Abordó también, entre otros asuntos, la dificultad de los científicos frente al misterio de la mente humana, difícilmente reducible a  los impulsos eléctricos de las células cerebrales.   

La exposición concluyó relativamente pronto para dejar paso a la comunicación y al debate,   que fue muy rico y variado. Se preguntó por la dislexia y sus terapias, la facilidad de determinados cerebros para el plurilingüismo, los biorritmos y el sueño,  la influencia de lo psicosomático, la senilidad y alzhéimer, si el amor era pura química… El profesor nos dejó, entre otras conclusiones, que ante el inevitable avance de los años, aunque el cerebro envejece, si se activan nuevas conexiones, éstas lo pueden mantener ágil y propiciar calidad de vida.

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