Luís Bonino, psicoterapeuta y Director del Centro de Estudios de la Condición masculina de Madrid, le puso nombre a este tipo de comportamientos del género masculino. Bonino, los define como :

LOS Mm Son pequeños y cotidianos ejercicios del poder de dominio, comportamientos suaves o de bajísima intensidad con las mujeres. Formas y modos larvados y negados, de abuso e imposición de las propias razones, en la vida cotidiana, que permiten hacer lo que se quiere e impiden que ellas puedan hacerlo de igual modo. Son hábiles artes, comportamientos sutiles e insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente, quizá no tanto para sojuzgar, sino para oponerse al cambio femenino. Los mM son tretas, armas, trucos y trampas que los varones utilizan para obstaculizar la rebeldía femenina al rol  social asignado y encasillarlas en el. Todos los mm son comportamiento manipulativos, todos y se ejercen para mantener y conservar las mayores ventajas, comodidades y derechos que lo social adjudica a los hombres, socavando la autonomía personal y la libertad de pensamiento y comportamiento femenino. Por ello, hay que conseguir identificarlos, nombrarlos y deslegitimarlos.

La masculinidad tradicional con la que se socializa a los hombres, da por sentado que ellos tienen mayor valor, dando por sentado que ellas deben estar disponibles y al servicio delos propios deseos, placeres y razones. Y, desde esa posición superior y para asegurarla, les es lícito utilizar diversos procedimientos, grandes o pequeños de control, imposición y boicot a la autonomía femenina. El sentirse superior, implica sentirse con derecho a hacer la propia voluntad, sin rendir cuentas, a tener la razón sin demostrarlo, a no ser opacado por una mujer, a ser reconocido en todo lo que hacen, a que lo propio no quede invisibilizado, a ser escuchado y cuidado, a aprovecharse del trabajo doméstico femenino y por supuesto a imponerse para conseguir los propios objetivos.

Los avances de las mujeres cuestionan este derecho y los mM, son uno de los modos masculinos, por tanto , más frecuentes de ejercer la defensa de estos privilegios de género y de oponerse al cambio de las mujeres que procuran ser tan autónomas como ellos. Se les llama micro debido a su pequeñez, pero sobre todo porque se ven como naturales. Muchos de estos comportamientos, no suponen intencionalidad, mala voluntad o planificación deliberada, sino que son hábitos de funcionamiento frente a las mujeres. Se realizan de modo automático, sin reflexión alguna.

Otros en cambio, sí que son conscientes, pero en cualquiera de los dos casos, los hombres, son expertos en su ejercicio, por efecto de su socialización y aprendizaje durante su proceso de “hacerse hombres”. Dada su invisibilidad, los mM, se ejercen generalmente con total impunidad, produciendo diversos grados de malestar y daño a las mujeres, especialmente sobre su autonomía, que no son evidentes al comienzo de la relación de pareja, pero que se van haciendo visibles a largo plazo y favoreciendo la posición ventajosa masculina. Para mantener esta posición, los hombres, se sirven de diferentes modalidades o tipos de mM. Todos tienen una característica común:” lo que vale para mí, no vale para ti”. Ningún hombre utiliza todos ellos, pero todos son expertos en utilizar  varios.  Bonino los ha clasificado de esta forma, en 4 tipos:

UTILITARIOS.- tratan de forzar la disponibilidad femenina aprovechándose de diversos aspectos “domésticos y cuidadores” del comportamiento femenino tradicional. Se realizan en el ámbito de las responsabilidades domésticas. Son los más desnaturalizados e invisibilizados por mujeres y hombres y una de las formas más eficaces y resistentes al cambio.  Por ejemplo. . no se responsabilizan de los doméstico—ayundantes . se aprovechan de la capacidad femenina de servicio: cuidadores de hijos, animales, plantas familia, mayores, asesoras, gestoras, secretarias, en lo laboral, atienden el teléfono, se levantan si falta sal en la mesa, etc. . minusvaloran el cansancio, critican la forma en que ellas lo hacen y niegan la reciprocidad en el cuidado o no le dan importancia, negándoles el derecho a ser cuidada. .escaqueo, es la forma más utilizada de este tipo de mM. Esta estrategia no sólo se realiza en la pareja, sino con madres, hermanas, compañeras de piso, amigas, etc. Las justificaciones para escaquearse, giran alrededor de tres ejes, la ignorancia, la naturalización de la maternidad y la afirmación de que la mujer no quiere abandonar su rol de ama de casa. La justificación: que ellas lo hacen mejor, posición cómoda del escaqueo. Un éxito de esta estratégia, es el grado en que se toleran estas justificaciones por quienes les rodean, frecuentemente con enfado o cierta sonrisa, pero nunca con la crítica que reciben las mujeres cuando se irritan de esta manipulación. El resultado de este tipo de mm es una desigual distribución de la carga mental y física que supone la ocupación de lo doméstico, que acrecenta la calidad de vida del hombre en detrimento del de la mujer.

ENCUBIERTOS.- intentan ocultar su objetivo de imponer las propias razones, abusando de la confianza y credibilidad femenina. Son muy efectivos, debido a su índole insidiosa, encubierta y sutil. Son los más manipulativos, la mujer no suele percibirlos, pero es más golpeada psicológicamente por ellos. Algunos ejemplos de ellos son:

-Creación de falta de intimidad. El hombre impone distancia para lograr quer la mujer se acomode a sus deseos, por ejemplo: el silencio. Este lleva a imponer el silencio a la mujer, el aislamiento y el mal humor comunicativo, que se utiliza cuando ella quiere intimidad, respuestas, y se le impone a la mujer el no acercamiento, aislándose en otra habitación, encerrándose en sus pensamientos o en alguna actividad. Y por último avaricia y recon0cimiento de disponibilidad, lo que se conoce como ninguneo, se sobrevalora lo poco que ofrece el hombre. Lo escaso es valioso, por ejemplo, no toma la iniciativa en alguna responsabilidad familiar, espera y luego critica: yo lo hubiese hecho mejor…

Pseudonegociación.-falseamiento de la comunicación. Cuando el hombre está dispuesto a hablar para aparentemente negociar una situación, pero en realidad no está dispuesto a moverse de su posición, como mucho se digna a hacer concesiones. A veces esta maniobra va  acompañada de culpabilización a la mujer por sus malas formas: si me lo hubieras dicho de otra manera….

Inocentización.- declarase inocente, sin responsabilidades, así se está libre de dar o rendir cuentas de lo que hace, pero lo exige a quienes le rodean. En este tipo hay dos clases. La inocentización culpabilizadora, se declara inocente , pero culpa a la mujer, la juzga y la condena de no cumplir su rol tradicional, apela a su no saber hacer, su tontería, su maldad. Incluso culpa a la mujer de lo que le pasa a él y cuando ella se irrita, sus frases son: exageras, estás loca, expresiones muy frecuentes. Siempre es juez y fiscal. La otra clase de inocentización es la autojustificación, excusas de que tiene que realizar otras cosas para no hacer nada, echa balones fuera, (no me lo dijiste, es tu culpa, sí,pero…), se hace el tonto y el bueno (hace las cosas sin maldad, evade las obligaciones laborales (no tengo tiempo de ocuparme, es imposible, me olvidé…) impericias selectivas, (se declara inexperto, ejem plancha no sé doblar bien la ropa, cuando es que no quiere hacerlo), minusvalorar los propios errores (sin embargo agrandar los contrarios), delegar responsabilidades por errores propios( dónde pusiste… cuando en realidad no sabe dónde están sus cosas y responsabiliza a la mujer), otros son paternalismo, desconfianza…

DE CRISIS.-estos mM intentan forzar la permanencia en el estatus quo desigualitario, cuando este se desequilibra, ya sea por aumento de poder de la mujer o disminución del poder de dominio del varón. Son eficaces para impedir o evitar que la mujer se sienta independiente e impedir que él modifique sus hábitos por los reclamos de ella. Resistencia pasiva y distanciamiento.- tú sabrás qué hacer…(con tus tareas domésticas si vas a trabajar) es la frase típica Darse  tiempo.- cuando percibe que la mujer nos deja manipular y exige un cambio de su parte. Él reconoce la validez de la exigencia, pero la posterga o la alarga en el tiempo, hasta que haya algo que lo obligue8hartazgo femenino o ultimátum de separación) Aguantar el envite.- el hombre no piensa cambiar de posición y espera que ella se canse. Aguanta lo que haya que aguantar. Refugio en el estilo.- paralizar un reclamo apelando a la manera incorrecta de decirlo ( si me lo pidieras de otra manera… no sabes más que chillar…)

COERCITIVOS.- retener poder a través de la fuerza psicológica y moral masculina. No la física. Estos micromachismos son los más dañinos, intentan doblegar a la mujer, limitar su libertad, expoliar, su pensamiento, espacio y tiempo, hacerlas sentir menos autónomas,, con menos capacidad de decisión y derechos. Uso abusivo del espacio físico y del tiempo para sí.- ropa por toda la casa, monopolización del mando, ocupación de todo el espacio por debajo de la mesa con piernas estiradas, creación del tiempo de descanso para sí y sus aficiones, sobre todo los fines de semana, negación de su tiempo para otros, postergar la llegada del trabajo a casa, cervecitas en el bar, etc. Apelación a la superioridad de la lógica varonil.- lo característico de ellos es que se recurre a la razón lógica y argumentos válidos para imponer ideas y conductas desfavorables para la mujer. Única razón y la suya, porque a juicio de él, ella nunca tendrá la razón. Apelan a la seriedad. Lo que dices son tonterías… frase típica. EFECTOS DE LOS mM.- deterioro de la autoestima, irritación, malestar, mala convivencia, sobreesfuerzo, culpabilidad, etc.

CAMBIO.- detección, reflexión y cambio. Hay una frase de Bonino para la detección: ¿LO QUE VALE PARA MI, VALE PARA ELLA?

 

FOCODE.-DEBATE MICROMACHISMOS. RELACIONES ACTUALES ENTRE MUJERES Y HOMBRES.

Crónica de Miguel Fernández Villegas

Con una asistencia superior a 50 personas, a las 20:08 dio comienzo la conferencia “Micromachismos. Relaciones actuales entre mujeres y hombres”, a cargo de Carmen Hernández Alcalá  y  Alejo Durán López, con la moderación de Antonia Corona Aguilar.

Carmen comenzó nombrando al médico y psiquiatra, Luis Bonino, que fraguó el término “micromachismo”, quien lo define como pequeños y cotidianos ejercicios del poder de los hombres, a baja intensidad, con las mujeres. Formas y modos larvados de abuso e imposición de las propias razones que permiten hacer lo que se quiere e impiden que ellas puedan hacerlo de igual modo. Son comportamientos casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente, tretas que los utilizan contra la rebeldía femenina al rol  social asignado y encasillarlas en él. Se les llama micro debido a su pequeñez, pero sobre todo porque se ven como naturales.

Siguió diciendo Carmen que muchos hombres conscientes confesaban que no eran machistas porque su mujer no se lo permitía. De ahí la necesidad de la formación de la mujer y su convencimiento sobre la igualdad. Para evitar el micromachismo, lo primero es saber identificarlo, pues con frecuencia se enmascara, se hace invisible, pero que daña la moral de la mujer. El hombre que no está por la igualdad viene a decir que cuando se cierran puertas (machismo) se abren ventanas (micromachismo). Se da el caso de mujeres dirigentes de empresas que tratan los asuntos de las mismas con hombres y, concluida la reunión, ellas vuelven a casa mientras los hombres se ven parte, en el bar o un hotel, para resolver a su manera las cuestiones anteriormente suscitadas.

El hombre micromachista se escaquea del trabajo de la casa y lo minusvalora, y en lugar de compartirlo en igualdad con la mujer, le “ayuda” cuando puede. Es ella la que suele levantarse de la mesa, por ejemplo, cuando hay que ir por la sal, la que cuida de los hijos y los lleva al colegio, la responsable de todo lo que sucede en la casa. Es frecuente que ella deba indicar al marido con precisión dónde está la camisa, los calcetines, etc., que el hombre habitualmente dice que no encuentra.

Tras continuar Carmen explicando otras interesantes referencias, concluyó: “Lo  que vale para él vale para ella”. Toñi dio seguidamente la palabra a Alejo Durán, quien empezó por poner un vídeo de 10 minutos titulado, “Estoy trabajando”, en el que se apreciaba de modo muy palpable cómo se le acumula el trabajo a la mujer en casa mientras el hombre se limita a asearse para salir al trabajo. Alejo continuó diciendo que el machismo perjudica igualmente al hombre  al no conseguir una relación de lealtad e igualdad con ella.

Destacó que la educación machista lastra al hombre, que lo lleva a efectuar un paternalismo protector sobre la mujer a cambio de obediencia, a este hecho también contribuyen algunas mujeres cuando aceptan ese papel, e incluso lo trasmite a sus hijos diferenciando entre sexos a la hora de las tareas del hogar. A veces el hombre deja de hablarle a la mujer durante un tiempo sin decirle el porqué, ejerciendo también un modo de violencia sobre ella.

Somos diferentes pero no hay razón alguna para la desigualdad. No valen los olvidos selectivos del hombre ni que deba él controlar el dinero de la casa, ni exhibir comparaciones ventajosas en contra su mujer. Tras tomar la palabra un buen número de personas y establecerse un animado debate, concluyó el acto a las 22:05.

 

Por CamasDigital

DIARIO PROGRESISTA DE CAMAS (SEVILLA)