A finales del siglo XIX, Camas era un pequeño rincón anclado entre huertas, olivares y caminos polvorientos que llevaban a Sevilla. Las casas encaladas formaban un puzle humilde y sereno, donde los oficios tradicionales —arrieros, jornaleros, caleros, carboneros— marcaban el ritmo de los días. En el corazón de este paisaje reposaba la Iglesia de Santa María de Gracia, faro espiritual de un pueblo que aún vivía de cara al campo y de espaldas al bullicio de la capital.
A comienzos del siglo XX empezaron a soplar vientos de cambio. El progreso llegaba despacio, casi sin hacer ruido, pero llegaba. Y uno de sus símbolos fue aquel transformador de luz que se levantó frente a la iglesia. Una estructura metálica, tosca y majestuosa a la vez, que parecía desafiar a la oscuridad de las noches.
cameras. Por sus hilos finos como telarañas viajaba la promesa de un futuro distinto: talleres que podrían trabajar más horas, calles que ya no quedarían sumidas en negro, familias que encenderían por primera vez una bombilla.
Los vecinos observaban aquella torre con curiosidad y respeto. Para muchos, aquella máquina venida del progreso era algo más que un invento moderno: era el primer destello de una Camas que empezaba a desperezarse, que dejaba atrás la penumbra del siglo XIX y se asomaba a la modernidad.
La fotografía recoge ese momento preciso en que un pueblo entero se encontraba a medio camino entre su pasado rural y su futuro industrial. Un instante detenido, donde la luz se preparaba para cambiar la vida, la noche… y la historia de Camas para siempre.
Fotografía reparada y coloreada por IA.
#Camas#CamasDigital#HistoriaDeCamas#MemoriaHistórica#PatrimonioCultural#IglesiaSantaMaríaDeGracia#FinalesDelSigloXIX#PrincipiosDelSigloXX#TransformadorEléctrico#ArchivoHistórico#FotosAntiguas#HistoriaLocal#Andalucía#Sevilla