La salida procesional de la Virgen y los fuegos artificiales ponen punto y final a la Feria 2011

J.M. Romero

La Feria 2011 finaliza con un balance positivo en cuanto a participación ciudadana y a seguridad se refiere. Como viene siendo habitual, los cuatro días de diversión finalizaron con la emotiva salida procesional de Nuestra Señora de los Dolores que recorrió las calles de Camas arropada, como siempre, por los muchos fieles que estuvieron presentes hasta su recogida y el lanzamiento de los ya tradicionales fuegos artificiales.

La seguridad ha estado muy presente durante estos días, ya que según fuentes policiales no se han producido altercados destacables. De la misma manera, desde la concejalía de Cultura se incide en el incremento de la participación ciudadana con respecto al pasado año, además del respaldo que han tenido las diferentes actuaciones en la caseta municipal. Una de las más multitudinarias ha sido la realizada por la Danza Moderna y latina del Club de Danza al Aire de Camas. Por otro lado, el Nuevo Ateneo se ha encargado de recuperar el pasacalles de Gigantes y Cabezudos que deleitaron tanto a jóvenes como mayores el miércoles y sábado de Feria. No obstante, desde Cultura afirman que el viernes de preferia fue especial gracias al magnífico pregón de Miguel Ángel Marín y a la gran actuación de Marta Quintero.

Los toros y el deporte también han tenido un papel destacable durante esta semana de Feria, donde la ambigüedad ha sido la nota predominante: mejor corrida la del viernes que la del sábado; derrota del Camas C.F. en el trofeo de Feria, pero dejando buenas sensaciones; y éxito en la celebración del torneo de padel, aunque el primer premio se lo ha llevado una pareja de Gines.

Hay que recordar las actuaciones de dos grupos cameros que, de la misma manera, recibieron los vítores y las aclamaciones de un público entregado que disfrutaron con la juventud de los componentes de “La Aventura de Sally” y los míticos “Perseguidos”.

La Feria 2011 finalizó tras la explosión del último cohete que se despidió de todos los presentes con un gran estruendo y reflejando en las caras de los cameros una luz similar a la que desprende nuestra Santísima Virgen de los Dolores e igualmente parecida al sentimiento de alegría después de disfrutar unos días junto a todos nuestros familiares y vecinos.