Conocí a Pepe cuando éramos chavales, quizás ni siquiera teníamos 18 años en aquellas juntas democráticas auspiciadas por el PC al final del franquismo, por alli andábamos jóvenes estudiantes que queríamos una democracia y esa libertad robada a nuestros padres y abuelos… muy semejante a lo que ocurre ahora con los indignados, claro está con otras connotaciones históricas y en la semi clandestinidad. Pepe se venía venir que tenía madera de líder, convencido, buen orador y una sonrisa que siempre asomaba en su rostro que cautivaba a los que le escuchaban. Sabía transmitir optimismo y lo supo hacer hasta el final de sus días. Hoy visualizando el facebook en un mensaje escueto de Mario Jimenez comunicaba que había fallecido. Sabía que estaba enfermo desde hace años, que libraba una gran batalla desde que aquel lunar que le apareció y él como médico lo sabia, que era su sentencia de muerte… pero siguió luchando, no recuerdo cuantos años ha estado en esta batalla pero lo ha llevado con honestidad hasta tan solo unos días… solo el pasado 7 de este mes público su última noticia sobre en lo que andaba últimamente como presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva.
Cuando leí aquel mensaje mi mente empezó a recordar, posteriormente a aquellos años de clandestinidad de los 70, los dos coincidimos por los 80 en el Hospital de Riotinto, el ya con su carrera acabada de Analista, muchas tardes de primavera y verano, en esas horas largas de su «Guardia Localizada» nos poníamos a pasear por el recinto del hospital… hablábamos de política, nos apasionaba a los dos, el la vivía. Los dos teníamos entonces 28 años, el ya con su pequeño Enrique y ya también por aquel entonces fraguando a su pequeña Elisa.
Siempre me decía que quería dedicarse a la labor política, al servicio del ciudadano, que era su vocación y no la de ojear microscopios y andar con reactivos en esas máquinas que cada día se modernizaban mas en los laboratorios del hospital. Y así fue… primero ocupó el puesto de Director creo que en Consumo si no me equivoco en una de las plantas del sindicato vertical, ahora sedes de sindicatos y patronal de la Gran Via Onubense. Después como alcalde de su amado pueblo Valverde del Camino y de ahí desembocó a Presidente de la Diputación y alli estubo hasta que «el lunar apareció», pero el quería seguir en la brecha a pesar de que sus recaídas algunas muy graves y que eran frecuentes, pero él no quiso abandonar, era su vida, era su entrega. Ha muerto un compañero, un amigo, un buen socialista y una gran persona. Muchos te echaremos de menos Pepe.

Mis condolencias a toda su familia e hijos y a los socialistas valverdeños.
P.Palomares

Por CamasDigital

DIARIO PROGRESISTA DE CAMAS (SEVILLA)

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