Esta expresión de antaño en la cual solo cambia de quien procede la metafórica “pólvora” , aunque por aquel entonces también sería del “súbdito de turno”, ha llegado hasta nuestros días y últimamente está mas en vigor que nunca en el argot político, porque ronda en todas las noticias, en el clamor popular de los que protestan, en los que piensan resignados que viene intrínseco en el político de turno y en lo que lo dan por hecho y sabido, pero le importan un “pepino”, como se gestionan sus tributos.
Desde que algunos nuevos ediles de otro signo político al anterior han portado el bastón de mando de algunas ciudades y pueblos de España, no dejan de llover noticias de despilfarro, deudas, quiebras y endeudamiento de algunos pueblos y ciudades y no se cuantas “empresas municipales” que bajo el amparo de lo institucional del accionariado y las ventajas de jugar en un sistema capitalista que las ampara, han despilfarrado e hipotecado el futuro de aquellos ciudadanos que les ha tocado vivir en esas ciudades y pueblos de España.
Las empresas municipales llamadas del “desarrollo” mas bien se han convertido en empresas de subdesarrollo de las entidades locales
Casos como lo de Valverde, en Huelva que con algo mas de 12.000 habitantes tenga una deuda de 54 millones de euros y de estos, 20 millones pertenezcan a su empresa municipal de desarrollo o el de Burguillos aquí en nuestra provincia, que con algo mas de 5.000 ciudadanos arrastre una deuda de de 29,5 millones de euros de los cuales 24,5 corresponden también a otra empresa también de desarrollo del municipio en cuestión, estan en las portadas de muchos diarios escritos.
Las empresas municipales llamadas del “desarrollo” mas bien se han convertido en empresas de subdesarrollo de las entidades locales y a veces hasta tapaderas fuera del control de la intervención de los funcionarios públicos que tienen que velar por la legalidad de los dineros de todos.
El auge de estas empresas, rara es la ciudad o pueblo mediano que no la tiene, incluyendo el nuestro Camas, viene derivado sobre todo del auge inmobiliario de la ultima década y se han centrado mas en la promociones inmobiliarias a veces desastrosas y mala previsión, que en lo que realmente deben de ser… los motores del desarrollo y el empleo de estas ciudades. Y todo con dos agravantes uno que cada político de turno la ha gestionado como ha querido con “pólvora de ciudadano” saliendo indemne de su mala gestión (cosa que no sucede en las empresas privadas, el que se equivoca suele pagarlo) y la otra que indirectamente todo lo que le suceda a esa empresa repercutirá en los presupuestos de cada municipio y por tanto en la calidad de vida de sus habitantes.
Los miles de empleos y algunos sueldos desorbitados que han generado fuera del control de la oposición de cada municipio, muchos a dedo de cada partido de turno y también muchos prescindibles si se quieren subsanar están empresas, han generado a cada municipio que lo padecen un compromiso empresarial con muchos trabajadores y sus consecuencias, tanto en compromisos salariales como de indemnizaciones en caso de que se quiera intentar siquiera ajustarse a sus actuales necesidades.
SODECSA, la Sociedad para desarrollo de Camas, aunque no tiene estas cifras alarmantes, si arrastra demasiadas responsabilidades y gestiones de equipos anteriores que esperemos todos los vecinos de Camas no nos repercuta mas aun en el presupuesto municipal, ya de por si también mermado por las numerosas indemnizaciones que ha tenido que soportar por contrataciones en fraude de ley, gestionadas por el anterior equipo de gobierno a Rafa Recio.
Casos como el de Fembasa donde se han perdido miles de euros y ha ocasionado el enfado e incluso la desilusión prolongada en el tiempo por los vecinos compradores u otras promociones donde los juzgados han dado la razón a los inquilinos y tienen que ejecutarse reformas prometidas por el político de turno, han quedado sus responsables indemnes de tal irresponsabilidad amparados en que el accionariado era el ayuntamiento y por tanto todos los Cameros. Políticos que juegan a empresarios, los últimos pagan sus errores o los vaivenes del mercado dejándolos a veces hasta en la ruina… los primeros salen ilesos y a veces hasta con los bolsillos llenos en sueldos o bajo no se sabe que tejemanejes fuera del control de los representantes del pueblo.
Muchos de estos primeros ediles que se han encontrado con panoramas desoladores están estudiando denunciar a la judicatura a cada responsable de tales atropellos, ya ha habido un precedente aunque en otro ámbito político, no empresarial, que tuvo una sentencia de que el primer edil era responsable y tenía que responder con su bienes ante el impago de una deuda a una empresa en nuestra vecina Castilleja de Guzman.
No consiste en judicializar la política, salvo en casos de verdadero escándalo y menoscabo a las instituciones pero es necesario hacer una reflexión tanto los que nos gobiernan como de los ciudadanos que es necesario disparar con la “pólvora justa” y los proyectiles necesarios para ganar esta guerra, que no es otra que la credibilidad política y la gestión transparente de los dineros de los ciudadanos para conseguir crear el bienestar y el autentico desarrollo sostenible de los pueblos.
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