J.M.Romero

Los seres humanos, desde muy temprana edad, empiezan a asimilar todas las tradiciones que se llevan a cabo a su alrededor y, con el paso del tiempo, contribuyen a su continuidad, trasladándoselas a las generaciones posteriores. Una de las más extendidas por todo el mundo y que representa un modelo común de comportamiento a escala global, es la Navidad. La mayoría imita esta tradición atávica, pero sólo una mínima parte conoce los orígenes, las historias y los porqués de todo lo que rodea a estas fiestas.

El término Navidad proviene del latín –‘nativitas’, nacimiento-, se celebra desde el siglo IV y es una de las fiestas cristianas más destacadas. Concretamente, en la Nochebuena se conmemora el nacimiento de Jesucristo en la ciudad de Belén. Existe bastante controversia acerca de si realmente el Niño Jesús nació exactamente un 25 de diciembre, ya que es casi improbable que sucediese durante un mes de invierno con los pastores trabajando al aire libre y con un cielo estrellado. Sin embargo, esta costumbre ancestral, según las interpretaciones de los expertos en la materia, se produce desde el  S.IV tras una especie de consenso entre la Iglesia Católica y el Imperio Romano para aglutinar las tradiciones de ambos, y así, celebrarlas de manera conjunta. De la misma manera, también se le da una gran importancia, sobre todo en la zona Oriental, a la Epifanía del Señor (6 de enero), que representa el momento en el que se da a conocer al mundo el nacimiento de Jesús.

Los villancicos son composiciones musicales de corta extensión, surgidos a finales de la Edad Media y algunos de ellos, incluso, escritos en latín. El término villancico está unido a sus orígenes populares, puesto que eran cantados por los habitantes de las villas. En un principio, eran piezas musicales ajenas a la tradición cristiana, pero con la llegada del Renacimiento se fueron incluyendo en misas y, por ende, en las Iglesias. Actualmente, están vinculados a la Navidad y se cantan para celebrar el nacimiento de Cristo.

La glotonería es una de las licencias que los ciudadanos se toman durante el periodo navideño. Son días de continuo engullimiento, comidas copiosas y cubos de Almax. Carnes, pescados, mariscos, chacinas, dulces, etc , etc , etc. En relación a este último grupo de alimentos, existe una modalidad comúnmente conocida y bastante disfrutada durante estas fechas como son los mantecados. El origen de este dulce se encuentra en el S.XVI, cuando se produjo un excedente de cereales y manteca de cerdo en algunos puntos de Andalucía como en Estepa (Sevilla). Los mantecados se comenzaron a comercializar a finales del S.XIX, al parecer, por la iniciativa de una mujer de esta localidad sevillana que le pidió a su marido que vendiera unos cuantos en su trayecto de Estepa a Córdoba. Hoy día, es uno de los productos navideños más conocidos y consumidos en toda España.

Para encontrar el primer Belén, hay que remontarse hasta el S.XIII y recuperar una enigmática historia contada en la localidad italiana de Greccio. Según cuenta la leyenda, en la Nochebuena de 1.223 San Francisco de Asís, que tenía una gran devoción por la Navidad, decidió representar fielmente la escena del nacimiento de Jesucristo. Para ello, llevó a todos los vecinos de la zona a una cueva e, incluso, utilizó el burro y el buey. Al parecer, en un momento destacado de la misa, el niño cobró vida, lloró y movió los brazos, a la vista de todos los que allí se encontraban. Muchos reconocen a éste, como el primer Belén de la historia. No obstante, se tiene constancia de la existencia de otros mucho más antiguos, pertenecientes a la época romana. Esta tradición llegó a España en el S.XVIII de la mano de Carlos VII de Nápoles, que extendió esta costumbre entre la aristocracia española, pero que poco a poco se fue convirtiendo en una tradición popular.

El 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, se suele relacionar con las bromas, un muñeco de papel y una simpática melodía. Incluso los medios de comunicación aprovechan esta oportunidad para dar noticias cómicas o tergiversar algunas reales. En lo referente a su origen, algunos mantienen que este día conmemora el mito cristiano en el que Herodes ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, con el fin de acabar con la vida de Jesús. Mientras que otros, por el contrario, lo asemejan a un ritual pagano de la Edad Media.

Todos los países despiden el año de una determinada manera. En el caso de España, es bastante común comerse 12 uvas al compás de las campanadas de medianoche el 31 de diciembre (Nochevieja). Una vez se ha completado este ritual, se suele realizar un brindis entre todos los miembros de la familia para desear un próspero año nuevo. Esta alegre tradición proviene de principios del S.XX. Según se cuenta, una desmesurada producción de este fruto provocó que algunos viticultores decidieran regalárselo a los ciudadanos como las “uvas de la suerte”. De esta manera, la costumbre ha quedado tan arraigada que, cada fin de año, se consumen millones de uvas en todo el territorio nacional.

Como colofón al periodo navideño, se suele celebrar uno de los acontecimientos más especiales de estas fiestas, la llegada de los Reyes Magos de Oriente. Su visita provoca un cúmulo de alegría, nervios y emoción entre pequeños y mayores que la convierten en la noche más mágica del año. Estos sentimientos se han ido sucediendo a lo largo del tiempo en España y en otras partes del mundo. Según cuenta la tradición, tres visitantes extranjeros, guiados por una estrella- ‘La Estrella de Belén-, acudieron al lugar donde había nacido el Niño Jesús para honrarle y hacerle entrega de tres regalos: oro, incienso y mirra. Sus nombres –Melchor, Gaspar y Baltasar-, aparecieron por primera vez en unos textos apócrifos pertenecientes al S.V. Por ello, como una manera de rememorar ese mágico momento, en la noche del 6 de enero los Reyes Magos aún continúan repartiendo regalos a todos los niños. Sin embargo, desde hace unos años, les ha salido un duro competidor de origen anglosajón. Santa Claus, también conocido como Papá Noel, es un personaje ideado a partir de la influencia de un obispo cristiano nacido en Grecia en el S.IV llamado Nicolás. Este fue muy venerado por sus milagros y su bondad a lo largo de la Edad Media. Con el paso de los años, ese culto se extendió a EEUU por el importante flujo de holandeses hacia Norte América. No obstante, este personaje de aspecto bonachón ha recibido numerosas críticas, ya que ha sido considerado un producto comercial para incitar al consumo. Incluso en España, se inició una campaña en contra de Papá Noel bajo el lema ‘Yo soy de los Reyes Magos’.

 

Una vez realizado este repaso por las costumbres más importantes de la Navidad, desearles a todos los lectores de CamasDigital y a todos los vecinos de Camas unas Felices Fiestas y un próspero año 2012.

Por CamasDigital

DIARIO PROGRESISTA DE CAMAS (SEVILLA)

Deja una respuesta