Es cuanto menos curioso, que allá por donde va un camero tiene que aguantar las bromas de la gente que pone en tela de juicio su comportamiento. Con esta excusa banal, se nos discrimina en diferentes pueblos del Aljarafe, y más si cabe, a la gente joven. Se podría profundizar mucho más en este aspecto, pero como estamos en verano y el verano es azul, me centraré en lo concerniente a las piscinas municipales.

Llega el calor, los cuarenta grados, la desesperación, ¿qué hacemos? Pues como no todos tenemos la suerte de llevarnos quince días en la playa, vamos a la piscina. Es una típica conversación que cualquier vecino de esta localidad puede tener con su grupo de amigos o amigas. Cuando la decisión está tomada, ahora queda pensar cual de ellas podemos visitar para refrescarnos un poco. En ese momento empieza el “tour” por los pueblos colindantes. Un ejercicio bastante ilustrativo se produjo el pasado año, cuando la piscina de Camas estaba en obras y por lo tanto no había más remedio que acudir a la de otras localidades como: Valencina, Castilleja o Bormujos. La sorpresa llegaba cuando en la puerta podías contemplar un cartel que mostraba los precios…los “foráneos” tenían que “apoquinar” el doble. Estupendo, vengo a las cuatro de la tarde a darme un bañito, pasando un calor insoportable y me quieren cobrar un 50% más, en el mejor de los casos, sólo por no estar empadronado en este municipio. En algunas ocasiones, te ibas y punto, mientras que en otras intentabas convencer al de la taquilla para que te lo dejase al mismo precio.

Sin embargo, la época estival 2011 se presentaba con cambios. Tras completarse las obras de nuestra conocida Piscina de la Uva, los cameros nos frotábamos las manos sólo con pensar que este verano sería diferente, puesto que la piscina de Camas estaría lista para solucionar el problema del año anterior. La falta de comunicación provoca que una parte considerable de los vecinos desconozcan que tanto los bonos como los carné se han puesto a la venta, y que para más INRI se han agotado. Algunos pensamos, bueno, no es para tanto…me llego, saco mi entrada que por dos o tres euros me pego un día o una tarde estupenda. SORPRESA!!! SORPRESA!!! La película se llama: 5 euros para todo el mundo (y, bueno, mejor no hablar de los fines de semana).

Ojo al dato, los que somos de Camas tenemos que pagar el doble en las piscinas de otros municipios y ahora resulta que donde partíamos con ventaja, el precio es igual de caro para todo el mundo. Se podrá decir que la piscina tiene un máximo de aforo, que este año tiene un tamaño más reducido- esa es otra-, que podríamos haber pagado 40 euros por un carné o sacar los bonos, que si las leyes de ahorro de agua, etc. Todas esas excusas nos parecen correctas, no obstante, todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la piscina municipal por un precio asequible y en relación a la etapa difícil que estamos atravesando. Me comentaron en su momento, que hacer diferencias en los precios supone una discriminación y que además está estipulado por ley. ¡Qué digno!, de todos modos me siguen surgiendo preguntas: ¿se respetan menos las leyes si se ponen las entradas más baratas?, ¿Queremos dar ejemplo aunque se perjudique al bolsillo de los cameros? ¿Si hay problemas de aforo, por qué se han reducido las dimensiones de la única piscina de un pueblo que consta de unos 30.000 habitantes? Por el momento, son suficientes…

Las normas y las leyes sirven para mucho, pero, en este caso, no creo que nadie se moleste por facilitar el divertimento de los vecinos de Camas con entradas más factibles y una piscina más grande. Con todo ello, la bipolaridad que prevalece en numerosos aspectos de la vida, me temo que también se demuestra aquí, y mientras unos cantan la famosa canción “el verano es azul”, otros la han modificado por una modalidad más pegadiza de “el dinero es azul”.

Por CamasDigital

DIARIO PROGRESISTA DE CAMAS (SEVILLA)

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